Casi mil cuentas vinculadas al Gobierno de Nicaragua y al Frente Sandinista de Liberación Nacional fueron eliminadas por Meta solo durante octubre, según detalló la red social, porque con perfiles falsos buscaban influir en la opinión pública a favor del Ejecutivo y en contra de la oposición de cara a las elecciones presidenciales del próximo domingo.
Meta, empresa propietaria de Facebook, indicó que además de las 937 cuentas falsas en la red social también suprimió 140 páginas, 24 grupos y 363 cuentas de Instagram (de su propiedad), todas ellas pertenecientes a la misma red.
La operación constituía lo que en las redes sociales se conoce como una «granja de trolls», que es una red perfectamente coordinada entre varios actores para manipular a la opinión pública usando cuentas falsas en varias plataformas digitales pertenecientes a personas que no existen.
Esta red, activa desde 2018 con alcance a TikTok, Twitter, YouTube, Blogspot y Telegram, estaba operada principalmente por trabajadores del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), que trabajaban desde la sede del organismo en Managua, según la última edición del informe de Meta sobre comportamientos coordinados no auténticos.
Los distintos perfiles también contaban con el apoyo de otras instituciones nicaragüenses como la Corte Suprema y el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social y el Frente Sandinista.
«Esta fue realmente una operación cruzada del Gobierno, la granja de trolls consistía en varios grupos que se administraban desde múltiples entidades gubernamentales diferentes a la vez», reveló el líder global de Inteligencia para Operaciones de Influencia de Meta, Ben Nimmo, durante una videoconferencia.
La denuncia se conoce a una semana de los comicios generales en Nicaragua, donde el presidente Daniel Ortega, un exguerrillero sandinista de 75 años y que retornó al poder en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1984 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990, buscará su quinto mandato, cuarto de forma consecutiva, en un proceso de «extrema preocupación» rodeado de un «clima de represión», según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La victoria de Ortega se da por descontada, particularmente por las circunstancias en las que se produce la votación: siete aspirantes presidenciales y una treintena de dirigentes opositores fueron arrestados por «traición a la patria», mientras que los observadores de la OEA y la UE renunciaron a participar, debido a la falta de condiciones para ejercer su trabajo.